sábado, 4 de octubre de 2008

Schuata, schuata, schuata

Que bueno que te me caiste rapidito
y es que ya no me ciega ningún tipo de luz,
habiendo adquirido en buena o mala hora
cierta habilidad para captar
en menos de un parpadeo
la natura extraña, torcida
de cada uno de ustedes.

Ustedes los que nacieron en mi tierra
pero no en mi patria.

Que bueno que te tropezaste así de rápido
en tus pequeños tropiezos.

Los suficiente para desalojarte
de lo que decido ver más
lejos de lo sólito.

Ahora, te miro a distancia,
sin obviar tus virtudes
te observo y te trato
desde este lado y,
no me tienta correr la cerca.

Que alivio causa lo imperceptible,
lo tuyo involuntario que sólo yo
diviso desde la ausente
mia indulgencia.

2 comentarios:

Sarco Lange dijo...

Era como crear fantasmas entre distancias azules.
Abrazos.
SL.

Motita dijo...

Azul, muchas veces el que considero el color de mi alma.

Morelia