Si algún día me preguntas qué es.
Diré que eres Tú.
Y diré que soy Yo.
No ese tú y yo,
es lo que somos
cada uno.
Cada
unos.
Embelesada por tu mente,
es ahora y sólo ahora
que le temo a la maldad,
sabia ya,
por sortear tanta bajeza,
si,
de esta infame patria,
se me puso
el corazón de roca,
resistente, desdeñoso,
soberano en prescindencias.
Pero hoy me interrogo
con susto.
¿Cuánto hay en tu ser
de lo mismo
que tienen ellos?
He de vivir de nuevo,
una horas sin sosiego,
es mi culpa siempre,
y de "Los puentes..."
Es mi espíritu
chocarrero,
chocarrero ay si...
Mi alma conmovida,
se detiene en sus lágrimas
hermanadas con la lluvia,
se estremece por aquello,
que fue dulzura y belleza
y, me sacudo luego,
incrédula ante dicha poesía,
nadie ama,
nadie ama en cuatro días,
sin embargo lo hago yo
en tan sólo dos minutos.
Escribir...
pocas horas sin sosiego
y un despertar de olvido...
era nunca
o en este instante.
Necesito de aquí
en adelante,
distraerme.
Distraerme de ti.
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